Hoy un alumno del curso básico de fotografía nos trae un recuerdo de su visita a CUBA.
Nos cuenta como en las escalelas del Capitolio de La Habana un fotógrafo les ofrece una fotorecuerdo con su cámara de madera. «Saldrán todos, hasta 70, y la cúpula del edificio también». La primera toma, el grupo, después de un rápido procesado en un cubo produce el negativo. Y ahora viene la magia: Un recorte de la parte superior y en su lugar un negativo con la foto de la cúpula, inmediatamente vuelta a fotografiar el «montaje» y et voilà.
El resultado es este que veis.

MORALEJA: En este mundo donde nos obsesionamos con el tamaño del sensor, los pixels, el RAW y HDR, los plug-ins y todos estos «inventos», al final se reduce a la luz, su captación y mucho sentido del humor mientras disfrutamos de la vida, como lo viene haciendo desde hace muchos años estos compañeros cubanos.