No quería quedarme solo en la que cargaba la cámara en los viajes familiares y llenaba de fotografías nuestros recuerdos porque me fascinaba hacer fotos. Quería experimentar e investigar más sobre cómo podía poner en práctica lo que me interesaba de cada aspecto de la fotografía y del diseño gráfico, que poco a poco comenzó a ser lo más interesante para mí.
En 2015 cursé parte de mis estudios universitarios en Corea del Sur donde mi percepción del mundo volvió a dar un giro de 180º y tras las grandes experiencias vividas, volví a Málaga para finalizar por fin mis estudios y conocer entonces la Escuela Apertura. En mis tres meses de prácticas conseguí aprender mil aspectos sobre la fotografía que ha provocado que junto al diseño gráfico, sea en lo que más me apasiona trabajar y uno de los motores que me hacen ver el mundo de una forma mucho más fascinante.